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línea
• Produce taller de este Pueblo Mágico entre 80 y 100
mil esferas al año, todas hechas de forma artesanal.
• Vuelve a ser valorada la esfera artesanal navideña,
pese a los procesos automatizados de otros productores.
El Oro, Estado de México, 2 de diciembre de 2018. Con gran amor, dedicación y esmero, la señora
Magdalena Alvarado Mendoza, del municipio de El Oro, elabora, desde hace 25
años, bellas esferas navideñas de vidrio soplado, que son motivo de orgullo
para los habitantes de este Pueblo Mágico del norte del Estado de México.
A diferencia de muchos artesanos, cuya tradición ha
sido heredada por sus padres y abuelos, Magdalena, sin mayor formación
artesanal, decidió acercarse a Don Francisco Mora, uno de los productores de
esferas más reconocidos de Tlalpujahua, Michoacán, municipio vecino de El Oro,
con quien aprendió a realizar las distintas formas, como las clásicas esferas
redondas, chimborros, gotas, ángeles, campanas, cisnes y bastones, entre otras.
Motivada por una gran curiosidad y atraída por la
belleza de estas piezas propias de la tradición navideña, consiguió, en corto
tiempo, aprender los secretos de una actividad milenaria que en China se
desarrolla desde hace más de 2 mil años y que a México llegó en el siglo XVII,
como parte de los festejos navideños católicos y del proceso de adoctrinamiento
religioso español.
Señala que para ella es un gran orgullo preservar la
tradición de la esfera navideña artesanal de vidrio soplado, especialmente en
un entorno en que cada vez es más difícil competir con las industrias
nacionales y extranjeras que emplean procesos automatizados.
“Tener que decorar, transformar, diseñar para mí es un
orgullo poder elaborar la esfera que va a llegar a todos los hogares, no nada
más es aquí, no, darle alegría a un hogar, a muchos hogares, aparte esta esfera
está hecha con mucho amor, los decorados, así se me repitan miles y miles de
veces un sólo decorado para mí es una gran satisfacción saber que toda esa
esfera va a llegar a hacer felices a la familia o a los niños”, comenta.
Magdalena Alvarado ha conseguido, además, dar empleo a
otras mujeres de El Oro, quienes se han contagiado por el cariño hacia esta
noble actividad y han adquirido los conocimientos y habilidades para realizar
sus propias creaciones, que las hacen sentir muy orgullosas.
Explicó que el soplado es el primer paso del proceso en
el que se da la forma a la esfera con sopletes, gas y aire; posteriormente se
realiza el plateado, que consiste en bañar el interior de las piezas con
nitrato de plata y un reactivo a base de azúcar y agua caliente.
Finalmente, pasan al proceso pintado y decorado, mismo
que se realiza “pieza por pieza”, para lo cual sus creadoras ocupan lacas
brillantes y mates en tonos pastel y también colores intensos, thiner,
pegamentos, anilinas y diamantinas.
Apoyada por su entusiasta equipo de trabajo, Magdalena
produce entre 80 y cien mil esferas al año, producción que inicia con el
soplado durante los meses de marzo, abril y mayo.
La mitad las comercializa a través de diferentes
clientes mayoristas y, el 50 por ciento restante, las desplaza por venta
directa al menudeo a los miles de visitantes que cada año acuden a este Pueblo
Mágico en busca de piezas únicas elaboradas artesanalmente.
“Yo los invito a que hagan conciencia, y que sepan que
tiene mucho valor esto y más que nada se llevan un amor aquí impregnado, una
energía a su hogar, una energía positiva”.
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